sábado, 25 de octubre de 2008

REPORTE DE LECTURA SOBRE DIDACTICA, PEDAGOGIA Y METODOS DE ENSEÑANZA EN FUTBOL

Invito a todos aprovechar este espacio (blog) para que intercambiemos experiencias e inquietudes que surjan durante la lectura del material asignado y, por qué no, de su propia experiencia. De esta manera la lectura que cada uno de ustedes hagan se convertirá en un debate o foro que nos ayudará a conocer más sobre la didáctica, pedagogía y algunos métodos utilizados en la enseñanza del fútbol.
La idea es aprender entre todos de manera cooperativa. Por ello pienso que los comentarios de todos ustedes pueden ayudar a otros.
Adelante...

martes, 14 de octubre de 2008

TRABAJO PRACTICO DE MARCAJE DEL TERRENO DE JUEGO Y CONSTRUCCION DE MATERIALES DIDACTICOS











Las gráficas muestran las importantes prácticas realizadas por los alumnos/as de las secciones (71, 72 y 74) de la asignatura de FÚTBOL del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU-Núñez Molina), Recinto Educación Física, extensión Santiago, Licey Al Medio, con el objetivo de adquirir competencias docentes relacionadas a la construcción de metas (porterías) de Fútbol Sala, así como el marcaje del terreno de juego.

Los felicito a todos por el esfuerzo, la integración y trabajo en conjunto realizado por ustedes.

Para despedirme comparto la siguiente reflexión:

EL SINDROME DEL “CUANDO…”
La mayoría de las personas dicen: “Cuando me sienta bien conmigo mismo haré tal cosa y tal otra...”.
Ése no es el camino. Empiece a hacer y el sentimiento aparecerá. Al empezar a hacer, las cosas comenzarán a cambiar dentro y fuera de usted. La intención sin la acción sólo tiene un nombre: ilusión. Atrévase a hacer y recibirá el poder.

Dr. Lair Ribeiro (Cómo Generar Exito).





















































































































































































































































































Los alumnos del ISFODOSU se organizaron para presentar sus trabajos de elaboracion de materiales didacticos con recursos no convencionales.




























Los trabajos presentados fueron excelentes, demostrando una vez mas que la creatividad está dentro de nosotros y que solo tenemos que explotar todo el potencial que tenemos dentro.'




























Los felicito a todos, tenemos un camino grande por delante, debemos avanzar...










































Saludos a todos, nuevamente los felicito.

domingo, 12 de octubre de 2008

Desarrollo y evolución de la toma de decisiones en el futbolista

Introducción
Gracias a la psicología deportiva se vienen realizando un gran número de estudios que nos permiten llegar a conocer mejor el funcionamiento de la conducta humana en los deportistas. Concretamente, muchos de ellos hacen alusión al sistema nervioso permitiéndonos conocer y saber interpretar mejor ciertas actuaciones específicas de los jugadores en el escenario de la competición deportiva. Por tanto, desde este área científica, podemos ir avanzando hacia una mejor comprensión de la actuación del sujeto vinculado a la práctica deportiva.

Los primeros estudios de psicología se centraron en la velocidad de reacción, desde un ámbito genérico, y se remontan a finales de del siglo XIX. Concretamente, en los laboratorios de los psicólogos norteamericanos: Wundt, Woodwort, Lange, etc., se comienzan a estudiar la capacidad de atención y de respuesta del sujeto ante diversos estímulos. Posteriormente este tipo de trabajos se fueron aplicando al ámbito deportivo, apreciándose la gran relación que existía entre la velocidad de reacción y la toma de decisiones, ya que éste factor representa uno de los factores que puede llegar a facilitar una mayor eficacia en esa toma de decisiones.

Miles (1928) y Miles y Graves (1931) se les conoce como los pioneros en la realización de estudios con jugadores de fútbol americano, cuya finalidad consistía en reconocer la capacidad de reacción motora ante estímulos auditivos. Aspectos que siguen teniendo gran vigencia en las investigaciones en el ámbito deportivo. Asimismo en los países soviéticos será Rudik (1925), uno de los padres de la psicología del deporte, quien inicia diversos estudios relativos a la evaluación psicológica de los deportistas a través de diversos tests de reacción motora (Morales Diaz, 1996).

Más recientemente, a partir de los años sesenta el tema central de las investigaciones girará en torno a la preparación psicológica del deportista a través de pruebas psicomotoras. Así en España será en el año 1962 cuando se crea el Centro de Medicina Deportiva en la Residencia Blume de Barcelona, y donde los doctores Roig e Ibáñez promueven el primer laboratorio español de Psicología del Deporte. Sus primeros estudios les dedican a evaluar los tiempo de reacción, la capacidad de percepción, concentración y vigilancia adaptadas a la práctica deportiva.

En la actualidad las investigaciones en este terreno de la psicología deportiva han seguido desarrollándose, incorporándose otros tipos de pruebas; en este caso, saliendo de los laboratorios y vinculándose a los propios escenarios de juego (pruebas de campo).

Una vez que hemos revisado la evolución de la investigación en el ámbito de la psicología deportiva, considerando la relevancia que este tipo de trabajos han tenido para la mejora del entrenamiento deportivo de nuestros deportistas (jugadores de fútbol), pasaremos ya a conocer y desarrollar la importancia de la toma de decisiones de cara al rendimiento deportivo en el escenario específico del fútbol.

1.- La toma de decisiones
Es el proceso por el que una persona (un jugador) debe escoger entre dos o más alternativas. En el escenario deportivo la capacidad de toma de decisiones exige de una gran atención selectiva que facilite la percepción previa de la situación de juego (observar el espacio próximo), su procesamiento (elaboración a nivel mental o cognitivo) y su posterior ejecución (aplicación motriz).

Cuando nos referimos a la toma de decisiones en el ámbito del fútbol, debemos tener en cuenta que estamos ante:
a) Un deporte de equipo (representado por un tipo de práctica abierta)
b) Una acción motriz que tiene un componente principalmente táctico (individual o colectivo).
c) Una situación en donde el jugador atacante se encuentra ante la presencia de un contrario que dificulta y condiciona esa elección.
d) La necesidad de desarrollar el factor técnico que facilite la superación del contrario para lo cual deberá tomar algún tipo de decisión.
e) La necesidad de desarrollar el factor físico que permita realizar esa acción técnica a la máxima velocidad.
f) La necesidad de controlar su estado emocional que puede obstaculizar dicha elección.
g) La observación de las condiciones del espacio (campo) en donde se desarrolla la acción.
h) etc.

Es decir que toda toma de decisiones exige de una acción voluntaria que no sólo precisa de un buen nivel de destreza motora para lograr su eficacia, sino para la elección de la acción a realizar (no es lo mismo tener que dar una respuesta de elección simple como encender o apagar la luz, que el tener que elegir entre varias opciones, por ejemplo tomar una decisión cuando estamos conduciendo). En el ámbito deportivo no es lo mismo dar una respuesta mecanizada en los deportes cerrados (en el caso del atletismo o natación) o tener que tomar una decisión (deportes de equipo abiertos ante la opción de superar a un contrario: táctica individual)

Por ello, la importancia de la toma de decisiones en un jugador de fútbol se verá afectada por un conjunto de factores que el entrenador y el propio jugador deberán conocer, con objeto de poder actuar sobre ellos para conseguir un rendimiento más eficiente. Considerando que esa toma de decisiones no tiene que ver sólo con la eficacia de lograr los objetivos, (la respuesta más adecuada) sino con la eficiencia que representa esa misma acción pero con el menor costo posible (menor gasto de energía).

2.- Factores que intervienen en la toma de decisiones
Los factores que intervienen en la toma de decisiones, tanto de una persona de la calle como de un deportista, están vinculados con las capacidades: cognitivas, axiológicas, emocionales, físicas-corporales, vivenciales, etc. Y cada una de ellos tendrán su importancia a partir de la madurez y desarrollo evolutivo del sujeto, pero también tendrán mayor o menor repercusión según sea el grado de importancia que de a este contenido táctico el entrenador (educador) incorporándolo de forma importante a sus entrenamientos.

Por todo ello, pasaremos a exponer dichos factores:
a) Capacidad de aprender: Referido a que los jugadores partan de esas competencias que les permitirá actuar de una forma, cada vez, más eficiente. Según como sea el nivel de dificultad de esa tarea a superar, el entrenador deberá utilizar la metodología más adecuada que ayude al jugador a esa mejor toma de decisiones.
b) Conocimientos: La adquisición de conocimientos teóricos y prácticos sobre los procesos técnicos y tácticos, ayudarán al jugador a tomar mejores decisiones. Con el entrenamiento, ya sea de tipo teórico como práctico el jugador podrá adquirir un mejor conocimiento para saber actuar en la práctica.
c) Creatividad: La capacidad del jugador para tomar decisiones, cada vez, de una forma más variada y diferente a lo habitual le permitirá tomar decisiones que resulten inesperadas para el jugador defensor. Por tanto desde las etapas iniciales, a través del descubrimiento guiado debemos ayudar al jugador a generar respuestas nuevas e inesperadas para el contrario.
d) Capacidad de analizar: Como parte de esa resolución de problemas está la capacidad del jugador para analizar cada uno de los movimientos que intervienen en esa acción técnica que debe realizar. La intuición, la memoria que recuerde el comportamiento del contrario, el ensayo-error pueden favorecerlo.
e) Juicio: La capacidad para evaluar los resultados obtenidos (sentido común, atención, madurez, razonamiento, experiencia, etc.), permitirán al jugador tener una mayor información para intervenir en posteriores ocasiones; ya que de cada acción se debe sacar un aprendizaje siempre y cuando ese proceso sea consciente, reflexivo y comprensivo.
f) El entrenamiento: A través de la práctica reiterada que se produce con el entrenamiento los jugadores podrán estar en mejores condiciones para saber actuar en cada momento. Por un lado como forma de superar la fatiga que requiere la acción continuada y por otro, el factor cualitativo técnico que ayude a realizar determinadas acciones con la mayor eficiencia. Sin duda el entrenamiento físico-técnico es un factor que permitirá al jugador estar en buena disposición para esa toma de decisiones.
g) Experiencia: Sólo a través de los entrenamientos y de la propia competición el jugador podrá ir adquiriendo esa experiencia que le ayudará a lograr las mejores metas. Pero en este caso, para mejorar la toma de decisiones nos debemos valer del uso de la resolución de problemas como metodología de entrenamiento que le irá permitiendo al jugador aprender a resolver las diversas situaciones que surgen en la práctica de la competición. Incluso a anticiparse y predecir la respuesta del contrario (al que se viene observando y estudiando previamente). El jugador veterano reúne una serie de capacidades que le permiten actuar de una forma más rutinaria en esa toma de decisiones.
h) Control emocional: Forma parte de ese estado mental que permita que el jugador no se sienta presionado emocionalmente y le ayude a actuar en un estado bueno. La preparación psicológica permitirá al jugador superar el estado de ansiedad o de emotividad que se genera en jugadores noveles ante el miedo al fracaso.
i) Nivel de Motivación: Se relaciona con el interés y las ganas de actuar de forma positiva, a partir de sus propios deseos por hacerlo bien. Una de los factores claves para que el jugador evolucione en su aprendizaje es el deseo de aprender cada día; lo cual, exige de una motivación alta y continuada durante su etapa de formación y especialización deportiva.

3.- Cómo mejorar la toma de decisiones
La toma de decisiones se desarrolla a partir de mejorar la conexión entre el saber (conocimiento declarativo-teórico) y el hacer (conocimiento procedimental-práctico). Así, los jugadores expertos consiguen tomar mejores decisiones gracias a relacionar mejor el saber y el hacer. Haciendo que no sólo el saber (técnico-táctico) influya en el hacer (técnico-táctico), sino que el hacer también facilite el saber. (proceso deductivo e inductivo del conocimiento).

Es decir, la toma de decisiones viene condicionada por las estructuras del conocimiento:
* Conocimiento declarativo: Relativo a qué sabe realizar el jugador a nivel técnico y táctico. Los jugadores expertos poseen un conocimiento más elaborado que los noveles.
* Conocimiento procedimental: Relativo a cómo y cuándo poner en práctica esa acción técnica o táctica. Igualmente los jugadores expertos dominan más ese conocimiento que los noveles.

Así cuanto mayor número de conocimientos declarativos posea el jugador, más procedimientos podrá desarrollar y por ello tomará decisiones más eficientes. Por tanto, el conocimiento declarativo y las destrezas ayudan significativamente en el rendimiento deportivo gracias a la mejor toma de decisiones y la mejor ejecución motriz.

Un aspecto que se deberá cuidar en la aplicación de los diversos estilos de enseñanza activa, será cuidar la actitud del entrenador durante la toma de decisiones del jugador:
· No criticar y cuestionar ninguna iniciativa del jugador (dejarle libertad de acción, animarle a explorar)
· Cuanto más extremas sean las ideas mejor (salir de la rutina)
· Motivar la producción variada de respuestas.
· Estimular la progresiva mejora de esas ideas iniciales (proceso de especialización).

3.1- Fases o momentos para la toma de decisiones:
a) Exploración previa. Revisión del escenario.
b) Intuición: Explorar posibles respuestas.
c) Elección de la respuesta más adecuada: A partir del conocimiento teórico (saber qué)
d) Experimentación poner en práctica: Desarrollar el proceso de ejecución (saber cómo)
e) Verificación o comprobación de las respuestas y sus resultados.

A partir de los estudios de Cratty (1973) relacionados con el tiempo de reacción y velocidad de movimiento, se pueden extraer las siguientes conclusiones aplicadas a la toma de decisiones:
a) En grupos similares de jugadores, el tiempo de reacción y la velocidad de movimiento no están significativamente relacionadas.
b) Al enseñar destrezas deportivas, el énfasis del entrenador deberá estar en hacer que el jugador se mueva lo más rápidamente posible (empleando tareas que incidan en la rapidez con la que los jugadores deben iniciar los movimientos).
c) En acciones como la anticipación o en la puesta en marcha con balón (iniciar un contragolpe) el tiempo de reacción es fundamental y el efecto del entrenamiento debería ser reducir los valores de ese tiempo.

Por tanto, el buen jugador es aquel que es capaz de elegir la acción motriz en cada momento (táctica individual) y saberla poner en práctica, superando en velocidad al contrario (técnica y preparación física). Por tanto este proceso exige que:
a) El jugador de fútbol debe aprender a tomar decisiones rápidas.
b) Debe dominar el qué (conocimiento cognitivo- táctico-declarativo) y cómo hacerlo (conocimiento motriz-técnico-procedimental)

Igualmente, los jugadores expertos tienen claras ventajas en su eficiencia deportiva motivada porque:
· Parten de un conocimiento más organizado y consolidado a nivel declarativo y procedimental.
· Poseen un procesamiento cognitivo más automatizado
· Son más eficientes: rápidos y acertados en la toma de decisiones.
· Generan soluciones más adecuadas y creativas a los problemas que plantea el juego.
· Tienden a anticiparse a los movimientos y acciones del contrario

El tiempo previsto de dedicación (entrenamiento) para poder considerarse un jugador experto es de 10.000 horas (equivale a un trabajo de 10 años, durante 10 meses/año y 4 horas diarias/semana). El reparto de contenidos es más complejo de determinar.

3.2.- Modelos de enseñanza/entrenamiento deportivo
A la hora de abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje en el ámbito de la Educación Física y del deporte es habitual apoyarnos en dos paradigmas que vienen desarrollándose a lo largo de la historia de la psicología del aprendizaje: el conductismo y el cognitivismo.
a) El conductismo alcanza su mayor relevancia en la primera mitad del siglo XX y se define por considerar al individuo como un sujeto pasivo en la construcción del conocimiento, y donde su aprendizaje depende de factores ambientales (cambios de conducta que se realizan de fuera a dentro), y donde las leyes de aprendizaje se rigen por la asociación de estímulos y de respuestas.
Aunque, actualmente, el conductismo está siendo relegado por las nuevas corrientes educativas y del aprendizaje; sin embargo, éste continúa siendo necesario para explicar cómo se produce el aprendizaje y entender los comportamientos en el ámbito de la actividad física y el deporte, donde su uso sigue siendo habitual.

b) El cognitivismo es el paradigma dominante a partir de la segunda mitad del siglo XX. Se basa en la idea de que el sujeto es activo en la construcción del conocimiento, considerando que la mente actúa como un ordenador procesando toda la información y actúa en consecuencia. En este caso los aprendizajes se producen de dentro hacia fuera, haciendo que el sujeto se responsabilice de su aprendizaje.

El hecho de que el conductismo haya representado el modelo hegemónico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en general y de forma particular en el escenario deportivo, ha determinado que la enseñanza deportiva se comenzará por el aprendizaje analítico de las destrezas técnicas, dejando en un segundo lugar a los aprendizajes tácticos. (la comprensión de la dinámica del juego). Eso ha determinando que el jugador sabía ejecutar acciones motrices, pero no cuándo y donde utilizarlas.

Como alternativa a ese modelo conductista surge una nueva corriente de aprendizaje comprensivo que indica que el conocimiento declarativo-táctico del juego debe ser previo al técnico (qué hacer debe aprenderse antes de cómo hacerlo). Por tanto, la ejecución motriz (el aprendizaje técnico) se plantea sólo cuando el jugador indica que ya conoce la filosofía del juego. Este modelo se apoya en un tipo de enseñanza y aprendizaje cognitivo cuya finalidad es desarrollar un conocimiento táctico del juego y que favorece la capacidad de tomar decisiones (qué hacer).

El empleo de la filmación en vídeo de situaciones de juego ofrece posibilidades para desarrollar un tipo de entrenamiento perceptivo y cognitivo que puede mejorar el rendimiento táctico (dicho instrumento ya viene siendo utilizado en el aprendizaje de los conductores de coches de carrera y pilotos de avión, en cuanto a la toma inmediata de decisiones).

4.- Los Estilos de enseñanza aplicados al entrenamiento de fútbol
Dentro de un modelo de enseñanza-aprendizaje cognitivo se encuentran: El descubrimiento guiado y la resolución de problemas que representan dos formas diferentes de aprender las destrezas técnicas y las estrategias tácticas cuya utilización está relacionada con la naturaleza de las tareas presentadas por el entrenador al jugador. Estos estilos de enseñanza tienen como finalidad implicar al jugador cognitivamente durante la realización de los aprendizajes (Fraile, 2005).
Las características que definen al modelo de enseñanza-aprendizaje cognitivo son:
1. El proceso de aprendizaje es tan importante como su resultado.
2. Los jugadores se comprometen más en el entrenamiento, cuando colaboran activamente en su aprendizaje.
3. Las estrategias cognitivas facilitan el aprendizaje de los conceptos.

El entrenador no debe tener prisas por conseguir resultados inmediatos, ya que el proceso nos facilitará unos aprendizajes más consolidados y a largo plazo. Para ello, se dejará al jugador que tome iniciativas, creando situaciones que despierten el deseo de exploración cognitiva y motriz. Igualmente, el entrenador estimulará las acciones del jugador para que se dirijan hacia una o varias respuestas correctas. El conocimiento que obtendremos de su conducta le será comunicado puntualmente, para que evolucionen sus aprendizajes. La evaluación es de carácter formativo, vinculada al proceso, a través de una observación continuada y personalizada, en donde los aspectos cognitivos tienen tanta relevancia como los motores.

El Descubrimiento Guiado. El aprendizaje por descubrimiento es la actividad mental de reordenar y transformar la información que se facilita, de forma que el jugador deberá ir descubriendo progresivamente cómo realizar una actividad, gracias a las informaciones que el entrenador le va ofreciendo. Sus ventajas son: que aprende a transferirlo a otras situaciones del juego, es motivador por sí mismo, facilita su participación activa, se valora más el aprendizaje, se consigue una mayor consolidación de lo aprendido, etc. Sin embargo exige mayor tiempo y un trato más individualizado.
a) En la fase inicial el entrenador establece una relación directa con el jugador, partiendo de su conocimiento previo, para adecuar sus preguntas a sus capacidades. Los contenidos deben ser referentes para que el jugador obtenga las respuestas previstas inicialmente y que están recogidas en un mapa conceptual.
b) Durante su práctica se debe producir una interacción afectivo‑cognitiva entre entrenador‑jugadores que permita y facilite el desarrollo secuencial de los contenidos. El entrenador esperará la respuesta del jugador, nunca se anticipará a ella, ofreciéndole un conocimiento continuado de los resultados que le ayude a mantener un nivel alto de motivación y pueda seguir descubriendo otras acciones técnicas.
c)En la fase de control será labor del entrenador facilitar un conocimiento de los resultados al jugador, como reforzador de la actividad de descubrimiento realizada. Ese feedback del entrenador ayudará a la autoevaluación de su práctica, ganando en confianza y seguridad. Cuando las respuestas del jugador no respondan al plan previsto, el entrenador le hará nuevas preguntas, para que reflexione sobre el proceso empleado y siga buscando las respuestas adecuadas.

Valoración del Descubrimiento Guiado
1. Se considera habitual que las decisiones sobre el qué y cómo enseñar sea labor exclusiva del entrenador, no siendo frecuentes los estilos que ayuden a reflexionar y tomar decisiones a los jugadores.
2. Algunos entrenadores consideran una pérdida de tiempo dejar experimentar al jugador, con procesos de ensayo‑error, cuando ya se conocen las respuestas.
3. Los aspectos cognitivos, afectivos, sociales,... se desarrollarán a la vez que los motores, pues se tratan de propuestas globales.
4. La participación de los jugadores se ajustará a sus necesidades y motivación.
5. La importancia del trabajo cognitivo puede reducir el tratamiento cuantitativo físico‑motriz del ejercicio.
6. El aprendizaje por ensayo‑error precisa de mayor tiempo de espera y búsqueda que el resto de aprendizajes.

* Enseñanza de Resolución de Problemas. Este estilo de enseñanza tiene como finalidad que los jugadores (como equipo) encuentren la respuesta al plan diseñado previamente por el entrenador. El problema táctico a resolver que se plantea es abierto y no hay una única respuesta, pudiendo existir muchas buenas soluciones ante el mismo problema. El objetivo final es favorecer la práctica autónoma del grupo de jugadores como equipo.
En la fase previa el entrenador organiza los contenidos de la sesión a partir de problemas a resolver. Lo que le exige tener previsto previamente las posibles soluciones a los problemas propuestos.
Durante la puesta en práctica se presentará el problema al grupo teniendo en cuenta sus capacidades, dejando un tiempo para que respondan. Según las directrices de esta estrategia de enseñanza, debemos tener presente que:
1. El problema debe suponer un reto para los jugadores, de forma que les motive a buscar las soluciones posibles. La dificultad, el orden y la secuencia de los problemas deben ser progresivas, desde lo sencillo a lo complejo. La actividad será jugada, favoreciendo su motivación
2. La dificultad motriz del problema tiene que ser significativa para el aprendizaje. Considerar las experiencias, capacidades e intereses de los jugadores.
3. Las normas deben ser presentadas con claridad y precisión, teniendo en cuenta sus conocimientos previos.
4. Los jugadores de cada equipo se reunirán cada vez que se produzca un error (les meten un gol, pérdida de balón, error de marcaje, etc) con objeto de modificar su actuación.
5. Las normas se podrán modificar a propuesta de cada equipo, pero siempre y cuando sean consensuadas por todos previamente.
6. Al concluir la actividad se pondrán en común los aprendizajes adquiridos. Así como un anticipo de la próxima sesión.

En la fase de control el entrenador es el principal responsable de la evaluación procesal sobre la actuación del jugador. No se rechazará ninguna de sus respuestas, ya que todas pueden tener un significado válido. Sólo actuará el entrenador cuando el jugador se detenga o no encuentre soluciones al problema planteado. Se favorece la interacción gracia al seguimiento cercano del proceso. Los resultados deben ser valorados por el entrenador, aunque también hemos de posibilitar la intervención del jugador.


Valoración de la Resolución de problemas
Este estilo fomenta en los jugadores la capacidad de exploración, siguiendo un proceso similar al que encuentran en la práctica deportiva real, escogiendo entre varias respuestas posibles.
1. El grado de libertad y participación de los jugadores es casi completo, dejándoles investigar (explorar, buscar, descubrir,...), a partir de sus posibilidades y necesidades
2. Se desarrolla un proceso de enseñanza-aprendizaje innovador, atendiendo a su evolución individual, dando libertad para buscar la respuesta más adecuada a sus capacidades específicas.
3. Los jugadores solamente avanzarán cuando estén listos para responder (desarrollo emocional), posean una solución (desarrollo cognitivo), estén dispuesto a comunicarla (desarrollo social) y puedan mostrarla (desarrollo físico‑motriz).
4. El entrenador debe disponer de experiencia y recursos para formular los problemas de acuerdo a las capacidades del jugador, evitando imposiciones.
5. Los procesos de aprendizaje exigen una revisión y un avance continuo.

Para concluir, los entrenadores determinarán la estrategia según las metas y objetivos a obtener. No obstante, será importante que éstos sepan utilizarlas todas, para que puedan intercambiarlas en cada una de las partes de la sesión. Considerando que los factores que influyen en su elección, no sólo se determinan por el contenido, sino por las características de los jugadores, los objetivos que el entrenador se plantea, y por la combinación de todos ellos, lo que justificará su conocimiento teórico y práctico. Se trata de que el entrenador diseñe actividades (desde los juegos modificados) que animen a los jugadores a descubrir principios y conceptos por ellos mimos, de modo que esos principios se puedan transferir a otras situaciones de juego colectivo.

5.- Los juegos modificados como aplicación didáctica la resolución de problemas
Son un tipo de práctica jugada que se aplica a través de una metodología activa de enseñanza, básicamente de resolución de problemas, que ayuda a introducir a los escolares en los juegos deportivos desde una práctica globalizada, favoreciendo la participación y cooperación, y evitando la selección y exclusión que dominan el modelo técnico de la enseñanza deportiva tradicional.




Fraile, A (2005)

6.- Consideraciones finales:
El aprendizaje táctico debe ser previo a las destrezas (aprendizajes técnicos).
Las destrezas se aprenderán mejor cuando el jugador vea la necesidad, después de adquirir una conciencia táctica.
Las estrategias forman parte de un proceso cognitivo que debe ser enseñado de forma indirecta a través de metodologías activas, posibilitando que el jugador tenga un control consciente de qué hacer durante el juego.
Las estrategias que se aprenden a través de los juegos modificados tienen como finalidad ser transferidos en los deportes de equipo.

La capacidad de elegir respuestas más eficientes (proceso de toma de decisiones) y la capacidad para ejecutar la acción motriz (proceso de ejecución motriz) debe realizarse separadas en la formación de los jugadores.



Bibliografía:
CRATTY, B.J (1973) Motor performance and skill. En B.J Cratty (ED) Psychology in contemporary sport. New York. Prentice Hall, Englewood Clift, (31-43).
· FRAILE ARANDA, A. y Otros (2001) Actividad física jugada: Una propuesta educativa para el deporte escolar. Alcoy. Marfil.
· FRAILE ARANDA, A (2003a) Consideraciones metodológicos en Educación Física. En González, E y Ruiz, F. Dimensión europea de la E.F y el deporte en edad escolar. Hacia un espacio europeo de educación superior. pp (179-189) AVAPEF. Valladolid.
· FRAILE ARANDA, A (2003b) ¿Es posible una actividad deportiva escolar democrática?. En Mosquera, Mª José y Otros. Deporte y Postmodernidad. pp (439-449). Madrid. Editorial Esteban Sanz.
FRAILE ARANDA, A (2005) Metodología de la enseñanza y entrenamiento deportivo aplicado al fútbol. Madrid. Gymnos.
MORALES DÍAZ, J (1996) Estudio diferencial de la velocidad de anticipación en deportes de habilidad abierta. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.

viernes, 10 de octubre de 2008

LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO DE EDUCACIÓN FÍSICA. EL CASO DEL BLAAGAARD SEMINARIUM DE COPENHAGUE.

Teresa Lleixà Arribas, Miquel Robert Ferrer y Albert Batalla FloresUniversidad de Barcelona
RESUMEN:
En el momento actual, las diferentes universidades españolas se hallan en el proceso de diseño de los nuevos planes de estudios que deberán implantarse en el espacio europeo de educación superior. La organización de dichos planes de estudio en torno al desarrollo de competencias tiene diferentes repercusiones, tanto en las metodologías de enseñanza como en la evaluación. El sistema de evaluación constituye el objeto de reflexión del presente artículo que intenta mostrar como la nueva situación de la universidad requiere la modificación de las formas, momentos y estrategias evaluadoras. Las estrategias de evaluación del Blaagaard Seminarium de Copenhague, serín un ejemplo a tener en cuenta para la elaboración de nuevas propuestas.
ABSTRACT:
Spanish universities are currently immersed in the process of designing new study plans to meet the requirements of the European Higher Education Area. The organization of these study plans for the development of competence has repercussions for both teaching methodologies and evaluation. This article focuses on evaluation systems and shows how the new situation facing university teaching calls for changes in the evaluation strategies used, the ways in which they are applied, and their timing. The strategies used at the Blaagaard Seminarium in Copenhagen may well provide useful guidance for the design of new evaluation proposals.

INTRODUCCIÓN
Difícilmente podemos negar la transformación producida en la enseñanza universitaria, en estos momentos de cambio en que las diferentes universidades, con más o menos urgencia, han iniciado el diseño de las nuevas titulaciones en el marco del proceso de convergencia hacia el Espacio Europeo de Educación Superior. Resulta cada vez más evidente que el actual discurso sobre competencias que impregna el mundo académico no es una simple moda, destinada a desaparecer cuando soplen nuevos vientos, sino que se va consolidando como una consecuencia lógica de las características que ha adquirido el conocimiento en nuestra sociedad.
Para ser coherentes con todo el proceso, las formas de evaluación en la universidad también se ven sometidas a un cambio importante. La evaluación de la Educación Física en la formación de maestros deberá, pues, adoptar nuevas dimensiones. En las líneas que siguen, partimos de una reflexión sobre la evaluación en los programas orientados a la adquisición de competencias y aportamos el ejemplo del proceso evaluador de un Centro de Formación del Profesorado, el Blaagard Seminarium, por su proximidad con el planteamiento de evaluación de competencias.

LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS EN EL ESPACIO EUROPEO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Una de las principales dimensiones del conocimiento actual es el dinamismo. La multiplicación geométrica de la información, la rapidez con la que queda obsoleto el conocimiento, la fragmentación de dicho conocimiento debido a la especialización dificultan la visión global de la realidad por parte de los estudiantes (Mateo, 2006). Para que los estudiantes sean capaces de representarse la realidad e interpretarla, la enseñanza universitaria no puede consistir en la transmisión de conocimiento, como ha ocurrido tradicionalmente. Los estudiantes deben poder identificar las demandas que se presentan en un determinado contexto y deben poder escoger los conocimientos y habilidades que les sean útiles para darles respuesta. En este sentido, la OCDE (2005) define la competencia como “la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada. Supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz.”
Queremos pues pensar que es la cambiante naturaleza del conocimiento lo que lleva a la universidad a decantarse por una formación en competencias. Sin embargo, es de sobra conocido que el proceso de Bolonia, principal generador de esta tendencia, se justifica a sí mismo, por pretender fortalecer las instituciones académicas europeas mediante una movilidad superior de los estudiantes y del profesorado y una equiparación de títulos para la inserción en el mercado laboral. No podemos, por tanto, dejar de referirnos a la influencia que el mercado laboral tiene en el discurso competencial y a las voces que previenen contra el peligro de someter el conocimiento universitario exclusivamente a los requisitos de la vida laboral. Con las siguientes palabras lo expresa Díez Gutiérrez (2008, 12) “La universalidad propia del conocimiento universitario ha sucumbido al modelo pragmático e instrumental del saber al servicio de la economía”. Este tipo de reflexiones, deben llevar a la Universidad a actuar con prudencia y no dirigirse inconscientemente hacia una desmesurada tecnificación de la enseñanza.
En este marco de consideraciones deberá construirse el sistema de evaluación. La consecuencia lógica del nuevo planteamiento en la planificación de las enseñanzas será, sin duda, la modificación de las formas, momentos y estrategias evaluadoras en coherencia con el planteamiento de desarrollo de competencias. Deberemos evaluar aquello que nos hayamos propuesto conseguir.
El proyecto Tuning1 distingue entre resultados del aprendizaje y competencias. Se refiere a los primeros como formulaciones de lo que el alumnado debe conocer o saber hacer al finalizar el periodo de aprendizaje y por tanto pueden estar referidos a un módulo o a una unidad de aprendizaje. Por el contrario, se refiere a las segundas como “la combinación dinámica de conocimientos, comprensión, habilidades y capacidades”.
Si tenemos en cuenta, por tanto, que las estrategias de evaluación deben estar en consonancia con los propósitos de la enseñanza y con el proceso de aprendizaje, el sistema de evaluación de competencias requerirá establecer criterios claros que tengan en consideración conocimientos, habilidades y actitudes. Además, los aprendizajes deberán evaluarse aplicados a un determinado contexto, sin que ello signifique restringir el conocimiento sino mostrar la capacidad del estudiante de aplicar el conocimiento a una situación concreta.

COMPETENCIAS TRANSVERSALES Y COMPETENCIAS ESPECÍFICAS EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO DE EDUCACIÓN FÍSICA
Nos hallamos, como consecuencia de lo expresado hasta ahora, en un momento de identificación y de selección de competencias propias de las diferentes titulaciones universitarias y, así mismo, de clarificación de procedimientos para evaluar su adquisición. Aparece aquí la distinción entre competencias transversales, comunes a los diferentes estudios universitarios y las diferentes disciplinas, y las competencias específicas propias de una disciplina en concreto.
La Universidad de Barcelona, por ejemplo, propone una serie de competencias transversales orientadas a una formación integral de la persona y a su crecimiento personal. Dichas competencias se estructuran en cinco ámbitos: compromiso ético, trabajo en equipo, capacidad creativa y emprendedora y sostenibilidad.
Con respecto a la formación como Maestro en Educación Primaria, la Orden Ministerial ECI/3857/2007 de 27 de diciembre, establece las competencias que deben adquirirse para el ejercicio de la profesión. Dicha Orden determina tanto aquellas que hacen referencia al módulo de formación básica, como a las referentes al módulo didáctico y disciplinar y al módulo práctico. Respecto al módulo de formación básica los estudiantes deberán adquirir competencias vinculadas al Aprendizaje y desarrollo de la personalidad; a los Procesos y contextos educativos; y a la Sociedad Familia y escuela. Por otra parte, entre las competencias ubicadas en el módulo didáctico disciplinar, quedan explicitadas las específicamente referidas a la Educación Física:
“Comprender los principios que contribuyen a la formación cultural, personal y social desde la educación física.
Conocer el currículo escolar de educación física.
Adquirir recursos para fomentar la participación a lo largo de la vida en actividades deportivas dentro y fuera de la escuela.
Desarrollar y evaluar contenidos del currículo mediante recursos didácticos apropiados y promover las competencias correspondientes en los estudiantes” (BOE núm 312)
Si a todo ello añadimos que en la mayoría de facultades se creará ¯la Orden Ministerial así lo permite¯ una mención de Educación Física, como forma de cubrir la necesidad generada por la especialización considerada en la Ley Orgánica de Educación2, además de dar continuidad a las especialidades propias de la anterior ley de educación, no queda otra alternativa que proseguir con el debate en torno a las competencias en Educación Física.

ESTRATEGIAS PARA LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS EN LA FORMACIÓN DE PROFESORADO DE EDUCACIÓN FÍSICA
El discurso sobre competencias tiene una repercusión directa en el planteamiento que hagamos de la evaluación en la enseñanza universitaria. La formación en competencias requiere, como ya hemos dicho, articular conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes para dar respuesta a situaciones problemáticas, actuando sobre realidades que acostumbran a ser complejas. No podemos defender propuestas educativas que requieran conocimientos transversales o multidisciplinares y que además estén contextualizadas y, después, evaluar únicamente una parte de las mismas con instrumentos de evaluación más memorísticos y descriptivos que reflexivos o valorativos.
En el estudio realizado por Delgado, A.M. (y otros) (2006, 72), queda bien definida la manera en que deberían diseñarse las actividades de evaluación para ser coherentes con el proceso de aprendizaje y la metodología utilizada en el proceso docente y, por tanto, acorde con el discurso competencial.
“Pueden ser de una tipología variada en función del tipo de asignatura de que se trate, de la titulación en la que se encuadre y, especialmente, de las competencias que se deseen desarrollar.
No obstante, se trata, en todos los casos, de que el planteamiento de las actividades propuestas responda a un enfoque práctico, que tengan por objeto, por tanto, bien la aplicación concreta de la teoría a un supuesto, bien la reflexión sobre determinados aspectos o bien la relación entre contenidos. Este enfoque proporciona, sin duda, una mejor formación por varias razones. En primer lugar, porque contribuye a la asimilación de los contenidos. En segundo lugar tiene el valor añadido de que el estudiante es capaz de aplicar el conocimiento a situaciones concretas, tal y como lo hará en su carrera profesional. En tercer lugar, pueden desarrollarse las distintas competencias de la asignatura. Y por último, relacionado con el punto anterior, aportan al estudiante la seguridad y confianza necesarias para desempeñar con éxito su profesión.”

En el ámbito educativo resulta evidente, que el aislar conocimientos o habilidades, para ser evaluados no garantiza que los estudiantes sean capaces de responder correctamente a una situación educativa que lleva consigo la interacción de diversas incertidumbres. Hernández Álvarez (2007,180) propone la simulación como actividad que “permite evaluar los diferentes conocimientos, habilidades y actitudes que pone en juego la situación, siempre que se diseñen las oportunas pruebas y preguntas que hagan posible que el estudiante deba justificar con argumentos las opciones que ha tomado, la valoración de otras alternativas y su puesta en acción en condiciones similares (nunca pueden ser iguales) a las que se generan en el ámbito de la escuela”.
Este tipo de actividades de evaluación basadas en la simulación son las que se realizan en el Centro de Formación del Profesorado Blaagaard de Copenhague, El curso pasado, los autores de este artículo tuvimos la ocasión de observar in situ el proceso de evaluación en Blaagard, el cual pasamos a describir a continuación, dado el interés que puede tener para diseños futuros de la evaluación en nuestra universidad.

BLAAGARD SEMINARIUM, UNA EXPERIENCIA DE EVALUACIÓN EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO.

Contexto geográfico y educativo
Dinamarca, país del norte de Europa donde se ubica Blaagard Seminarium, pertenece a lo que se suele denominar zona escandinava. Tiene una superficie de 43.000 Km. cuadrados sin contar las islas Feroe y Groenlandia que gozan de una amplia autonomía. Posee una población de 5,2 millones de habitantes que mayoritariamente se encuentra instalada en zonas urbanas. De toda su población, en el año 2000 sólo un 4,5 % podía ser catalogada como inmigrante y, aun así, una gran proporción de esta inmigración procedía de los llamados países escandinavos, con lo que el choque cultural que representaba para la sociedad danesa se veía fuertemente reducido. Sin embargo, en los últimos años esta proporción se ha incrementado de manera significativa lo que ha supuesto un fuerte impacto en su sistema educativo.
Desde 1814, año en que fue fundado, el sistema de folkeskole constituye la base del sistema educativo danés. Los estudiantes daneses pueden escoger entre las escuelas públicas que dependen del municipio, las privadas y la enseñanza en casa; es la educación en sí misma y no la escuela lo que se considera obligatorio. Los objetivos de la Folkeskole quedan concretados en los siguientes puntos:
La Folkeskole debe, en cooperación con los padres favorecer la adquisición de conocimientos, habilidades, métodos de trabajo y formes de expresarse por si mismos y todo ello debe favorecer el desarrollo multidireccional del alumno.
La Folkeskole debe intentar favorecer la experimentación, la posibilidad de integración en el mundo laboral y el interés por aprender. Adquiriendo confianza en si mismos y sentando las bases para ser en el futuro capaces de tomar sus propias decisiones.
La Folkeskole debe familiarizar a los alumnos con la cultura danesa y favorecer la comprensión de otras culturas como una forma de interacción natural. La escuela debe preparar a sus alumnos para participar activamente, compartiendo deberes y derechos en una sociedad basada en la libertad y la democracia. La enseñanza escolar y el día da día debe favorecer la libertad intelectual, la igualdad y la democracia.
La Folkeskole se sustenta en dos formas de gobierno: por un lado, el gobierno central danés que marca las líneas generales de todas las escuelas y que proporciona la parte más significativa de los recursos y, por otro lado, el municipio que se encarga de la gestión directa, de la contratación del profesorado y de marcar las líneas pedagógicas de cada Folkeskole.
A pesar del fuerte peso que los municipios tienen en las Folkeskole, el espíritu de las mismas es que toda la sociedad debe implicarse en su gestión, por lo que a menudo también participan asociaciones de padres, sindicatos, empresas y, en general, aquello que conocemos como agentes sociales.
Podríamos afirmar que el Ministerio de Educación marca los objetivos a conseguir en cada materia y los municipios deciden como conseguirlos. Todos los municipios deciden hacia dónde focalizar las actividades de ocio y tiempo libre las cuales forman parte del proceso educativo de las Folkeskole. Existe la figura del encargado de tiempo libre que coordina estas actividades y que depende directamente del director de las Folkeskole.
En relación a la educación superior en Dinamarca, cabe señalar que actualmente está dividida en carreras de ciclo corto (1 a 3 años); carreras de ciclo medio 3-4 años similares a nuestro grado; y carreras o estudios de ciclo largo.
Una de las especifidades de los estudios superiores en Dinamarca son las VET o Vocational Education Sistem Training entre las cuales se encuentra el Blaagard Seminarium y que, según nuestros parámetros, se situarían entre una formación profesional y unas facultades politécnicas.
Algunas de las características de las VET que pueden explicar su idiosincrasia serían:
Están basadas en una alternancia entre los periodos que se realizan en la escuela y los periódios de prácticas realizados en talleres, fábricas o centros educativos.
El proceso de aprendizaje no cubre solamente las habilidades que podríamos llamar laborales sino que también debe cubrir otras interprofesionales i de conocimiento general.
Los llamados agentes sociales (sindicatos, empresas, asociaciones etc.) están fuertemente implicados en las VET y participan en la toma de decisiones y la gestión diaria de las mismas.

La evaluación en el programa de estudios del Blaagard.Seminarium.
La universidad de Blaagard esta situada al noreste de Dinamarca en lo que podríamos llamar el gran Copenhague e incluye el Blaagard Seminarium que se encarga de la formación de maestros para la Escuela Primaria, de la 1ª a 6a clase, y Secundaria, de la 7ª a la 9ª clase, lo que corresponde a la escolarización obligatoria.
La carrera de formación de maestros tiene una duración de cuatro años. Cada estudiante debe escoger, durante los dos primeros años, entre Danés o Matemáticas coma materia principal. Además de estas materias principales, los estudiantes cursan diferentes materias que podríamos llamar troncales, junto con cursos de ciclo corto o seminarios para complementar su formación como, por ejemplo, didáctica para alumnos con necesidades educativas especiales o cómo usar la música de una manera creativa.
Durante estos dos primeros años los estudiantes deben realizar cuatro periodos de prácticas escolares que deben de sumar, en conjunto, 12 semanas.
En los dos años posteriores los estudiantes deben escoger entre dos y tres materias más, de las que se convertirán en especialistas. Otras materias como didácticas específicas y pedagogía completan los estudios.
Después de los dos primeros cursos el alumnado se examina de 5 o 6 materias y al finalizar los dos años posteriores, con un examen final de “Bachelor” sobre una de las especialidades escogidas.
La evaluación de aquel alumnado que ha escogido la Educación Física como especialidad tiene la estructura y características que referimos a continuación.
La evaluación se celebra a lo largo de un día y consta de tres grandes partes que incluyen tres tipos diferentes de evide
· Una memoria escrita de 20 a 30 páginas sobre un proyecto educativo;
· Una simulación, frente a una comisión evaluadora, en la que el estudiante dirige a un grupo de compañeros en una secuencia de aprendizajes por él diseñada.
· Una defensa oral, frente a la comisión evaluadora, del trabajo escrito y de la simulación.
La comisión evaluadora está formada por tres miembros. Normalmente cada asignatura tiene dos profesores. En los exámenes finales el jurado está formado como mínimo por uno de los profesores de la materia, otro profesor de la misma universidad y un profesor de otra universidad nombrado por el Ministerio de Educación.
Este procedimiento de evaluación, que es el mismo para todas las facultades de las mismas características que Blaagard, incluye pues lo que anteriormente hemos llamado una simulación de docencia. En ella se forman grupos de cuatro alumnos que sucesivamente van presentando situaciones didácticas en las que uno de ellos organiza simulaciones de docencia con relación a diversos objetivos y contenidos propios de la Educación Física. En ellas se valora tanto el planteamiento didáctico de quien dirige la actividad, como la ejecución y la participación de sus compañeros
En una materia como la Educación Física, el estudiante debe realizar un proyecto en el que quede reflejado cómo enseñaría determinadas habilidades en primaria, en secundaria o como organizaría las unidades didácticas a lo largo de los diferentes periodos de la materia. En el examen práctico el estudiante debe mostrar no sólo esas habilidades, sino cómo hacerlas interesantes en primaria y secundaria. Finalmente, deberá responder a preguntas a la comisión evaluadora, tanto sobre su trabajo escrito como sobre su actuación en la práctica.
En Educación Física deben mostrarse habilidades referidas a tres grandes campos.
Juegos y deportes con balón
Gimnasia
Danzas y movimientos corporales
El objetivo de este sistema de evaluación es que el estudiante muestre su competencia en realizar una buena práctica docente en primaria y en secundaria. Dicha competencia reúne la capacidad de transmitir conocimientos al alumnado y de hacerlo de forma motivadora y entusiasta. Implica también la capacidad de comprender que no sólo se trata de transmitir conocimientos, sino que se trata sobre todo de la formación de personas. La sensibilidad hacia la educación en valores debe estar presente. Finalmente, en el proceso de evaluación queda reflejada la importancia de la formación globalizada en el área de Educación Física. De esta manera, se intenta que diferentes materias o habilidades se mezclen en la exposición práctica llevada a cabo. Por ejemplo: habilidades de raqueta combinadas con ritmo i danza; movimientos gimnásticos combinados con pasos de baile; diferentes habilidades motrices combinadas con juegos infantiles.
El tipo de habilidades que se evalúa son:
Seguir determinados ritmos musicales, mezclando pasos básicos preestablecidos con otros de improvisados, estos movimientos también han de incluir expresiones faciales.
Determinadas habilidades gimnásticas como Giros, verticales de manos, de cabeza o ruedas, trepas y movimientos con cuerdas y con aros, todo ello realizado con música y estructura rítmica.
Diferentes tipos de juegos de balón y algunas habilidades referidas estos juegos Deportes. A menudo esta parte incluye un calentamiento que engloba todos los deportes elegidos. A veces se proponen juegos creados por los alumnos y para introducirlos se utiliza un proceso didáctico llamado “Spilhjulet” que podría traducirse por rueda de juegos.
La evaluación final la emite la comisión evaluadora después de la prueba/entrevista con el alumno que incluye un proceso de autoevaluacion. Con esta calificación el alumno recibe la capacitación para empezar a trabajar en la escuela primaria y secundaria danesa. Y recibe la admisión en la Sociedad Danesa de Pedagogía y Didáctica, que podría ser similar a nuestros colegios profesionales.


A MODO DE CONCLUSIÓN
Resulta evidente que, en un futuro próximo, las estrategias e instrumentos de evaluación deberán ser renovados, en el contexto de la Universidad y en particular en la titulación de Maestro en Educación Primaria. Experiencias como la de Blaagard, por su planteamiento tan cercano a la forma de entender la evaluación de competencias, pueden servirnos como ejemplo y, también, como detonante para idear y diseñar formar originales de evaluación que cumplan con el objetivo de valorar el proceso y los resultados de la enseñanza universitaria.







Notas
1.- El proyecto Tuning constituye uno de los proyectos más influyentes en el ámbito europeo sobre identificación de competencias en la educación superior. Identifica 30 competencias que deberían haber adquirido los estudiantes al finalizar los estudios de grado.
2.- LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de Educación., en su artículo 93 dice: “La educación primaria será impartida por maestros, que tendrán competencia en todas las áreas de este nivel. La enseñanza de la música, de la educación física, de los idiomas extranjeros o de aquellas otras enseñanzas que determine el Gobierno, previa consulta a las Comunidades
Autónomas, serán impartidas por maestros con la especialización o cualificación correspondiente.”


BIBLIOGRAFÍA:
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